DOCE APÓSTOLES O 12 DISCÍPULOS DE CRISTO
DOCE APÓSTOLES O 12 DISCÍPULOS DE CRISTO
Los nombres de los 12 apóstoles
1. Simón, hijo de Jonás (Pedro)
2. Andrés, hijo de Jonás (hermano de Simón)
3. Jacobo / Santiago (depende de la traducción), hijo de Zebedeo
4. Juan, hijo de Zebedeo (hermano de Jacobo / Santiago)
5. Felipe
6. Bartolomé (Natanael)
7. Tomás (apodado Dídimo o el Gemelo)
8. Mateo (Leví), el recaudador de impuestos
9. Jacobo, hijo de Alfeo
10. Tadeo (Judas Tadeo)
11. Simón el Zelote
12. Judas Iscariote
La labor de los 12
Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar y ejercer autoridad para expulsar demonios.
(Marcos 3:14-15)
La labor que Jesús encomendó a esos 12 hombres escogidos por él como sus discípulos o apóstoles fue la siguiente:
Acompañarlo durante su ministerio en la tierra. Ellos serían sus colaboradores y amigos, aquellos que compartirían el día a día con él, sus alegrías, sus tristezas y sus retos diarios. Ellos verían toda su obra, serían testigos de su vida y de su mover en la tierra.
Predicar el evangelio, llevar las buenas nuevas de salvación. Ellos compartirían con otras personas las enseñanzas de Jesús y las experiencias vividas con él. Hablarían de la esperanza de salvación que habían encontrado en Jesús y que es accesible a todos los que creen en él como Señor y Salvador.
Ejercer autoridad para expulsar demonios. El ministerio de ellos sería uno de poder, tal como era el ministerio de Jesús. Ellos iban con la autoridad que Jesús les daba, participando en la guerra espiritual y venciendo el poder del maligno en el nombre de Jesús.
Algunos datos sobre los 12 apóstoles
Simón, hijo de Jonás (Pedro)
Pedro es con toda probabilidad el más conocido de los 12. Su nombre aparece primero en la lista de los discípulos (Mateo 10:2-4, entre otros). Tenía un carácter impulsivo y a veces hablaba sin filtrar sus palabras, algo que probó ser bueno en unas ocasiones y desastroso en otras (ver Mateo 14:22-33 y Mateo 16:21-23 como ejemplos).
Era hermano de Andrés, otro de los discípulos y ambos eran pescadores. Pedro estaba casado (Marcos 1:29-31). Él fue uno de los discípulos más cercanos a Jesús quien lo escogió para presenciar su transfiguración (Marcos 9:2-13) y otros momentos especiales de su vida.
Aunque muchos recuerdan a Pedro mayormente por haber negado a Jesús, la realidad es que su ministerio después de la resurrección del Señor fue uno poderoso (Hechos 2:14-41). Su vida fue un gran testimonio del poder del perdón de Dios en la vida de sus hijos.
A Pedro se le adjudica la autoría de las 2 cartas apostólicas del Nuevo Testamento que llevan su nombre.
Andrés, hijo de Jonás
Antes de seguir a Jesús, Andrés trabajaba como pescador junto a su hermano Simón (Pedro). Andrés también fue discípulo de Juan el bautista (Juan 1:35-40) algo que muestra el anhelo sincero de su corazón por conocer a Dios. Andrés dio testimonio de Jesús desde el principio. De hecho, él testificó a su hermano Pedro tan pronto supo que Jesús era el Mesías esperado (Juan 1:40-42).
Un dato curioso sobre Andrés: para el milagro de la alimentación de más de 5000 personas, fue Andrés quien encontró al niño que tenía 5 panes y 2 pescados y avisó a Jesús (ver Juan 6:8-12). Sin embargo, él no lograba entender cómo una cantidad tan pequeña podía ser de ayuda entre tanta gente...
Jacobo (Santiago), hijo de Zebedeo
Jacobo era hermano de Juan y al parecer, eran muy unidos. Trabajaban como pescadores junto a su padre (Marcos 1:19-20). Jesús los apodó Boanerges (Hijos del trueno, Marcos 3:17) quizás dando a entender que tenían un carácter algo fuerte. Ellos dos, junto con Pedro y en algunas ocasiones Andrés, formaron el círculo íntimo de Jesús: los discípulos con los que Jesús compartió momentos muy especiales.
Por ejemplo, en Marcos 1:29 vemos a Jesús yendo con Jacobo y Juan a visitar al otro par de hermanos apóstoles, Pedro y Andrés. En esa visita Jesús sanó a la suegra de Pedro. En otra ocasión Jacobo (Santiago) presenció junto a Pedro y Juan la resurrección de una niña, la hija de Jairo (Marcos 5:35-42).
De los 12 discípulos, Jacobo fue el primero en morir como mártir, dato registrado en la Biblia en Hechos 12:1-2.
Juan, hijo de Zebedeo
Juan es conocido como el discípulo amado. Era hermano de Jacobo (Santiago) y al igual que Pedro y Andrés, tenía una amistad especial con Jesús. Juan estuvo con Jesús hasta el final, al parecer fue el único de los 12 que estuvo presente durante la crucifixión. Jesús le dio en ese momento una encomienda muy importante: cuidar de María, su madre (Juan 19:25-27). ¡Tal era la confianza entre ellos!
Juan compartió con Jesús momentos memorables. Algunos de ellos fueron su transfiguración (Marcos 9:2-13), su angustia en Getsemaní (Mateo 26:36-46) y su crucifixión (Juan 19:25-27).
Durante los últimos años de su vida, Juan vivió exiliado en la isla de Patmos como castigo por testificar sobre Jesús. Allí escribió el libro del Apocalipsis, el último libro de la Biblia (Apocalipsis 1:1-9).
A Juan se le adjudica la autoría del Evangelio de Juan, de las cartas apostólicas 1ª, 2ª y 3ª de Juan y del Apocalipsis.
Felipe
Jesús llamó a Felipe a seguirle después de llamar a Pedro, a Andrés, a Jacobo y a Juan. Felipe fue de inmediato a hablar con su amigo Natanael. Le dijo: «Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas» (Juan 1:43-48).
Vemos que Felipe conocía las Escrituras y anhelaba la venida del Mesías prometido. Él vio algo diferente en Jesús que lo llenó de esperanza y no dudó en ir a compartir con su amigo su buena noticia.
Felipe era de Betsaida (Juan 12:21), la aldea de pescadores de donde eran Juan y Jacobo. Sabemos poco sobre Felipe, pero el evangelio de Juan lo menciona en algunas ocasiones. Por ejemplo, justo antes de que Jesús multiplicara los panes y los peces para alimentar a más de 5000 personas, se dio esta conversación entre Felipe y Jesús:
Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacia él, le dijo a Felipe: ¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?
Esto lo dijo solo para ponerlo a prueba, porque él ya sabía lo que iba a hacer.
Ni con el salario de ocho meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno —respondió Felipe.
(Juan 6:5-7)
Al parecer, Felipe no se había percatado aun del inmenso poder de Jesús. Felipe mostró tener un corazón sincero y un espíritu misionero. No solo compartió de inmediato con Natanael su encuentro con Jesús, sino que en otra ocasión unos griegos se acercaron a él y le dijeron que deseaban conocer a Jesús. Felipe habló con Andrés y juntos fueron donde Jesús (Juan 12:20-22).
Bartolomé (Natanael)
Hay un poco de confusión sobre su nombre. Se piensa que en realidad se llamaba Natanael, pero que mucha gente lo conocía como Bartolomé (que quiere decir «el hijo de Talmai»). Sabemos que Felipe era su amigo y quien lo llevó hasta Jesús (Juan 1:45). También sabemos que Natanael tenía ciertos prejuicios sobre Nazaret. Cuando Felipe le comentó que Jesús era de Nazaret, Natanael respondió: «¡De Nazaret!. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? (Juan 1:46).
Sin embargo, su encuentro con Jesús despejó todas sus dudas y Natanael pasó a ser uno de sus discípulos.
Cuando Jesús vio que Natanael se le acercaba, comentó: Aquí tienen a un verdadero israelita, en quien no hay falsedad.
—¿De dónde me conoces? —le preguntó Natanael.
—Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto.
—Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! —declaró Natanael.
—¿Lo crees porque te dije que te vi cuando estabas debajo de la higuera? ¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!
Y añadió: Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
(Juan 1:47-51)
Tomás (apodado Dídimo o el Gemelo)
A Tomás se le conocía como Dídimo (el gemelo). Se recuerda a Tomás por su reacción de incredulidad después de la resurrección de Jesús. Sus palabras «Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré » (Juan 20:25) son usadas para probar su supuesta falta de fe.
Sin embargo, hubo ocasiones en las que Tomás mostró valentía y decisión. Por ejemplo, él fue el único de los discípulos que animó a Jesús a ir a ver qué había sucedido con Lázaro (Juan 11:11-16). También mostró un gran deseo de seguir el camino de Jesús hasta el final (Juan 14:5).
Mateo (Leví)
Mateo (Leví) era un recaudador de impuestos y su oficio le ganaba la antipatía de todos. Los cobradores de impuestos eran conocidos por su astucia (o mala maña) para cobrarle de más a la gente y por su falta de compasión ante los deudores.
Aun así, Jesús llamó a Mateo a seguirle y Mateo no lo dudó: se levantó de su mesa y siguió al Maestro (Mateo 9:9). Se piensa que este mismo Mateo fue el autor del Evangelio según Mateo, el primer libro del Nuevo Testamento.
Jacobo, hijo de Alfeo
Se sabe muy poco de este discípulo. Sí sabemos que su padre se llamaba Alfeo, dato mencionado en las 4 listas de los apóstoles (Mateo 10:2-4; Marcos 3:16-19; Lucas 6:13-16; Hechos 1:13). Se cree que su mamá se llamaba María (Mateo 27:56).
Tadeo (Judas Tadeo)
Este es otro de los discípulos de los que se sabe muy poco. Sabemos su nombre y su apellido: Judas Tadeo. Algunas traducciones le asignan también el nombre de Lebeo.
Hay un solo pasaje bíblico en el que habla este discípulo: Juan 14:21-24. Con su pregunta a Jesús, Judas Tadeo parece mostrar un gran interés en que todo el mundo pueda recibir la manifestación del Señor.
Judas (no el Iscariote) le dijo: ¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo?
Le contestó Jesús: El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él.
(Juan 14:22-23)
Simón el Zelote
De Simón solo sabemos su nombre y que había sido un zelote anteriormente. Los zelotes eran judíos fanáticos, nacionalistas que luchaban por la pureza de su fe. Sentían un odio intenso hacia los romanos.
Este dato nos lleva a pensar que Simón abrazó su fe en Cristo con gran fervor. Jesús llegó a su vida, lo transformó y Simón vivió por él y para él hasta el fin de sus días.
Judas Iscariote
Aparte de Pedro, este es probablemente el discípulo más conocido. Judas fue el discípulo que traicionó a Jesús por 30 monedas de plata y que luego fue y se ahorcó por causa del remordimiento (Mateo 26:15 y 27:1-5).
No se sabe cómo Judas llegó a ser uno de los discípulos. Sí sabemos que fue el tesorero del grupo y que a veces se beneficiaba económicamente de esa posición robando de la bolsa (Juan 12:4-6).
Pasajes bíblicos con la lista de los 12 discípulos de Jesús
Mateo 10:2-4
Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el Zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó.
(Mateo 10:2-4)
Estos son los doce que él nombró: Simón (a quien llamó Pedro); Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo (a quienes llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el Zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó.
(Marcos 3:16-19)
Al llegar la mañana, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que nombró apóstoles: Simón (a quien llamó Pedro), su hermano Andrés, Jacobo, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón, al que llamaban el Zelote, Judas hijo de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.
(Lucas 6:13-16)
Hechos 1:13 - en el Aposento alto, luego de la ascensión de Jesús
Cuando llegaron, subieron al lugar donde se alojaban. Estaban allí Pedro, Juan, Jacobo, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hijo de Jacobo.
(Hechos 1:13
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